CONTROL I PREVENCIÓ D’ALGUES
¿QUÉ SON LAS ALGAS?
Las algas pueden aparecer en agua estancada, ya sea de un estanque, depósito o incluso un río. Su aparición será más severa cuanto mayor sea la temperatura (ambiental y del agua) y con altas concentraciones de nitratos y fosfatos (uno, otro o ambos).
Las algas son seres vivos eucariotas, unicelulares o pluricelulares, que realizan la fotosíntesis, es decir, son autótrofos (forman materia orgánica a partir de materia inorgánica) fotosintéticos. Aunque algunas tienen formas similares a hojas, tallos o raíces, no son auténticas plantas y no se incluyen en el reino vegetal, sino que, junto con los protozoos, forman un reino diferente llamado reino de los protistas.
Algunos grupos de algas tienen el pigmento verde (la clorofila) enmascarado por otros pigmentos que les proporcionan colores diferentes (amarillo, marrón o rojo). Viven en el agua o en lugares muy húmedos, de forma libre o fijadas a una superficie. Muchas algas unicelulares viven suspendidas en el agua y constituyen el fitoplancton. En estanques de agua dulce, la especie más común es la *Cladophora*.
Aunque raramente producen toxicidad para los humanos (algunas especies sí lo hacen, como las algas verdeazuladas o cianobacterias), el principal problema asociado al agua con presencia de algas es la obstrucción de los sistemas de riego, tales como tuberías, electroválvulas, goteros o incluso los filtros. La presencia de algas en un estanque también provocará la eutrofización. Inicialmente, hay una mayor presencia de oxígeno (hipoxia) producida por la intensa actividad fotosintética. Sin embargo, al poco tiempo se produce una escasez de oxígeno en el agua, justamente debido a la gran cantidad de seres vivos que dependen de él (todos respiran). A partir de ahí, el volumen de nutrientes disponibles también disminuye y gran parte de los seres vivos mueren debido al empobrecimiento del medio.
¿CÓMO SE PUEDEN CONTROLAR?
Hay tres formas de controlar y prevenir la presencia de algas
- Controles físicos
- Controles biológicos
- Controles químicos
CONTROLES FÍSICOS PARA ELIMINAR LAS ALGAS DE UN BALSO
COBERTURA
Se trata de cubrir las balsas con algún tipo de cobertura que limite al máximo la entrada de luz. Las algas necesitan luz para crecer, por lo que si se logra cubrir la balsa, su crecimiento será muy lento. Como solución para cubrir la balsa, se pueden utilizar lonas de EPDM o PVC, o módulos hexagonales flotantes. La cobertura también puede servir para reducir la evaporación del volumen de agua. Es un sistema muy eficaz, aunque no elimina las algas, sino que simplemente evita su rápido crecimiento. De hecho, las algas en el interior de balsas cubiertas suelen ser muy pequeñas o poco desarrolladas.
ULTRASONIDOS
Consiste en un dispositivo conectado a la red eléctrica, ubicado en el centro o en uno de los extremos de la balsa, que emite ondas de ultrasonidos en la lámina de agua (en la superficie). Estas ondas rompen los núcleos celulares de las algas, provocando su muerte mientras que la pared celular permanece intacta, evitando la liberación de toxinas en el agua. Aunque en teoría no afecta a la fauna acuática, es preferible no utilizarlo en presencia de peces. Hay dispositivos de alta potencia que también pueden romper las paredes celulares del zooplancton. Si la balsa contiene muchas algas de gran tamaño, las ondas de ultrasonido no circulan correctamente.
RECIRCULACIÓN Y FILTRACIÓN CON ARENA
Dentro de los métodos físicos, estos son los más eficaces. Hacer recircular el agua de la balsa promueve el movimiento, impidiendo que las algas se fijen y realicen la fotosíntesis. Por lo tanto, dejan de crecer. Cuanto mayor sea la velocidad de recirculación, mejor. Si, además, durante la recirculación el agua pasa por un filtro de arena, los poros o microalgas quedan retenidos en el lecho de arena, y el agua que vuelve a la balsa queda libre de algas.
NO RECOMENDADO: VENTILACIÓN O APORTE DE AIRE
El aumento de los niveles de oxígeno disuelto en el agua proporciona un control natural de los niveles de nitrógeno y fosfato, al favorecer la actividad de bacterias aeróbicas que compiten con las algas por los nutrientes. Hasta aquí, sería un método correcto y viable si la balsa está naturalizada. Sin embargo, esta técnica tiene una baja eficiencia en el control de algas, especialmente si la temperatura aumenta, ya que las algas tienen una tasa de crecimiento mucho mayor que las bacterias aeróbicas. Por lo tanto, en presencia de más aire (oxígeno), las algas incrementan su metabolismo, consumen más oxígeno y crecen más rápido. Así que el aporte de aire a la balsa solo está justificado si hay fauna acuática.
CONTROL POR TEMPERATURA PARA ELIMINAR LAS ALGAS Y BACTERIAS con FOTOTERMIA
Si se necesita agua completamente libre de algas, bacterias o virus y no se desea utilizar ningún método químico, se puede emplear como solución muy efectiva la temperatura extrema. En efecto, calentando el agua a 85ºC durante 10-15 minutos se elimina cualquier ser vivo unicelular o incluso pluricelular. Después, el agua se puede microfiltrar para retener cualquier presencia o rastro.
Este proceso, muy efectivo, es válido si se requiere un pequeño volumen de agua (50-1500L/día). El agua se puede calentar mediante fototermia. De esta manera, no hay consumo energético externo.
El proceso consiste en tomar el agua de la balsa y colocarla dentro de un acumulador tipo termo o acumulador de inercia utilizado en calefacción. Este llevará incorporada una resistencia eléctrica activada mediante un regulador de fototermia FOT-T 3000. Se calentará el agua hasta 85º-95ºC durante 10-15 minutos. Transcurrido este tiempo, se activará una electroválvula de salida, vaciando todo el volumen (o parcialmente para aprovechar el calor y no tener que esperar tanto). La electroválvula de salida se cerrará de nuevo y entrará otra vez agua contaminada con algas. Este ciclo se puede repetir tantas veces como sea necesario.
El agua caliente y limpia, una vez filtrada, deberá colocarse dentro de un acumulador limpio (tipo acero inoxidable) y sin ninguna abertura exterior, para protegerla precisamente de los contaminantes ambientales.
CONTROLES BIOLÓGICOS PARA ELIMINAR LAS ALGAS DE UN BALSO
PECES
El control de algas en balsas utilizando peces es un método de tratamiento de agua respetuoso con el medio ambiente. El uso de la carpa herbívora (Ctenopharyngodon idella) es el más común para la purificación de estanques, balsas o cisternas. También se pueden utilizar carpas plateadas o la especie Chondrostoma nasus. Las especies no deseadas son Cyprinus carpio, Carassius carassius y Tinca tinca, ya que excavan en el fondo del estanque y revuelven el lodo, generando problemas secundarios, principalmente de obstrucción de filtros.
La carpa herbívora incluye pequeñas microalgas en su dieta, por lo que es una opción muy buena para su control. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la fauna acuática es muy sensible a la falta de oxígeno; por tanto, si no hay una recirculación adecuada del agua, pueden morir asfixiadas.
DÁFNIDAS
Las dáfnidas o pulgas de agua son una especie que se alimenta de pequeñas algas, incluidas algunas especies de algas cianobacterias (verde-azules). La temperatura óptima para el crecimiento y reproducción de las dáfnidas es de 16 °C; en este entorno de temperaturas, su crecimiento y actividad de control de las algas es bastante eficaz. Sin embargo, son sensibles a ciertos productos químicos y a los iones metálicos presentes en el agua.
Se pueden encontrar en tiendas especializadas en acuarios o recolectarse de estanques naturales, lagos o ríos para introducirlas en el depósito de agua a tratar. Como inconveniente, destaca la relación entre la temperatura y la velocidad de crecimiento de las algas: por encima de 20-25 °C, las algas crecen mucho más rápido que las dáfnidas, lo que dificulta el control eficaz.
PLANTAS ACUÁTICAS SUMERGIDAS
Muchas especies de plantas acuáticas sumergidas han desarrollado mecanismos de competencia por la luz frente a las microalgas, siendo capaces de producir sustancias alelopáticas que inhiben su desarrollo. Además, las plantas acuáticas sumergidas sirven de refugio para el zooplancton (como las dáfnidas), que se alimenta de algas, protegiéndolo de depredadores potenciales.
Las larvas de insectos, caracoles y crustáceos encuentran alimento y refugio en las hojas de las plantas acuáticas sumergidas, donde consumen microalgas adheridas a la superficie. Sin embargo, un inconveniente es la velocidad de crecimiento de las algas: con temperaturas superiores a 20-25 °C, las algas se desarrollan mucho más rápido que sus potenciales consumidores o depredadores. Si el agua permanece estancada (sin movimiento), las algas terminan dominando.
CONTROLES QUÍMICOS PARA ELIMINAR LAS ALGAS DE UN BALSO
ELIMINACIÓN DEL FÓSFOR
La presencia de fósforo en el agua es el principal activador de las algas. El fósforo llega a los estanques, balsas o ríos a través de los lixiviados de los campos agrícolas. Es un fertilizante muy utilizado en agricultura, junto con el nitrógeno. Si se puede reducir la presencia de fósforo en las balsas o estanques, el crecimiento de las algas será más lento. El fósforo se puede reducir añadiendo otros minerales, como el cloruro de hierro, que provoca la precipitación del fósforo. Este proceso genera lodos con presencia de metales como el aluminio o el hierro.
Una alternativa química para la eliminación del fósforo es mediante el uso de bacterias polifosfatos, capaces de retener entre 2 y 4 veces más fósforo de lo habitual. Sin embargo, este tratamiento implica fases en condiciones anaeróbicas combinadas con otras aeróbicas, lo que lo convierte en una solución compleja. Muchos especialistas optan por naturalizar las balsas incorporando plantas acuáticas sumergidas, que se alimentan del fósforo y nitrógeno presentes en el agua. Este proceso funciona correctamente si la temperatura del agua no supera los 20-25 °C y, sobre todo, si hay recirculación.
APORTES DE COBRE
El cobre es absorbido por las algas, provocando su muerte.
PEROXIDO DE HIDRÓGENO Y CLORO
Son oxidantes fuertes y muy efectivos contra las algas. Sin embargo, el cloro tiene el inconveniente de que, en presencia de materia orgánica, queda inhibido (neutralizado). Por lo tanto, debe aplicarse en balsas donde no haya materia orgánica.
HIDRÓXIDO DE CALCIO
Se mezcla con el agua de la balsa y se deja precipitar. Durante su precipitación, arrastra los iones del fosfato, reduciendo la cantidad de nutrientes, lo que hace que las algas tiendan a desaparecer.